Platú licores

Licor de hierbas

A partir de los 15 botánicos tradicionales seleccionados manualmente (hierba luisa, macis flor, menta, hoja de té verde, hoja de té negro, hisopeo, azahar…) se procede a la maceración en el aguardiente de orujo. Una vez pasados, como mínimo, 30 días y removiendo cada dos días, se procede a la fase de filtrado y finalización del producto.

Así pues, se obtiene un licor singular en el que se conjuga tradición y exclusividad (selección y recolección manual de las distintas hierbas utilizadas en la maceración), aportando además un matiz vanguardista que lo hará diferente al utilizar en la maceración hierbas que fusionan las culturas Mediterráneas y Atlánticas (macis, hisopeo, azahar…).

Licor Añejo

El aguardiente se añeja entre 7 y 8 años en barricas de tueste medio de roble francés (Allier y Limousin) y roble Americano (Missouri), de esta forma se obtiene en el coupage la suavidad y elegancia proporcionada por la barrica francesa, junto junto con la fuerza y toques espaciados que le aporta la barrica americana. es decir, sutilezas de vainilla y canela conjugadas con toques espaciados de clavo, pimienta y nuez moscada, sin cubrir las características afrutadas propias del aguardiente.

En los combinados se puede exprimir al máximo todos los múltiples matices del añejamiento que no dejarán indiferente a ningún paladar.

Crema de Licor

Se considera excepcional porque se hace con base láctea neutra (elaborada con nata de procedencia gallega) y con aguardiente de orujo de doble destilación.

Una vez más, prevalece la tradición (orujos y leche, sectores fuertemente arraigados en Galicia) y las novedades en al elaboración que hacen destacar un equilibrio perfecto entre cacao, café y canela.

Licor café

Volviendo a nuestras raíces gallegas de peregrinación valoramos también el origen del café, cuya cuna fué Etiopía y posteriormente se extendió a Arabia y a la India a través de peregrinos que viajaban hacia la Meca, lo que nos lleva a querer utilizarlos en nuestros licores, manteniendo como siempre nuestras raíces. Así, la singularidad de nuestro café es el coupage de los distintos cafés originarios de las regiones donde procede el café, llevando el grado a 25º con el fin de extraer al máximo los matices aromáticos y gustativos del café.